¿Sanar después de denunciar?: Autocuido para sobrevivientes

Por: Thais Xiu

Ante el machismo interno dentro de las instituciones judiciales establecidas en el país, muchas mujeres optan por usar las redes sociales para evidenciar agresores que ejercieron violencia contra ellas; pero, ¿qué pasa luego de realizar una denuncia?  Conversamos con Natalia*, psicóloga y receptora de denuncias en la iniciativa feminista El Blog de la Denuncia.

El Blog de la Denuncia es un espacio virtual – creado desde Nicaragua – que permite que las mujeres expongan a victimarios de cualquier modalidad de violencia machista como elemento de justicia social en la era digital. 

“En un clima donde gobierna la impunidad, y la víctima no tiene más mecanismos de alcance a la justicia, denunciar es una parte del derecho universal de vivir una vida libre de violencia” comenta Natalia; proyectando la denuncia como una forma de detener la normalización de actos que atenten contra la seguridad de las mujeres, adolescentes y niñas.  

Según la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública (Valencia), las mujeres que experimentan violencia – sin distinción de maltrato físico, psicológico, virtual o sexual – usualmente manifiestan alteraciones como síndrome de estrés postraumático, depresión, angustia, aislamiento social, pánico, pérdida o aumento de apetito y sueño y demás afectaciones producto de la situación particular que enfrentan (acompañado de otros síntomas psicosomáticos en dependencia del caso).

Natalia remarca que las afectaciones psicoemocionales no son generadas por la denuncia en sí, “todo lo contrario, la denuncia libera a la víctima del peso de la culpa y la autoflagelación (…) lo que sí genera [afectaciones] es la obvia vivencia de violencia y, una vez se denuncia, existe condena social ejercida sobre la mujer”. 

El Blog de la Denuncia brinda los siguientes consejos para quienes conocen mujeres que han denunciado:

  • Está bien llorar: Normalizar que exteriorice sus emociones y no renegar sus sentimientos.
  • Sólo hablar: Permitir que la víctima cuente su relato cada vez que tenga necesidad de validad tu vivencia.
  • Yo te creo: Rodearla de personas que crean en su testimonio y le recuerden constantemente que no fue su culpa.
  • Aquí estoy: Brindar soporte emocional periódico, de forma tal que la experiencia no se viva en soledad.

En el caso del autocuido hacia las mujeres que están pasando o pasaron por procesos de denuncias, se brindan las siguientes prácticas:

  • Tiempo para vos: Realizar actividades para ocupar tu mente, como escribir, pintar, cuidar plantas, meditar o cualquier acción que te traiga bienestar.
  • Me cuidan mis amigas: Reconocer a mis personas de confianza, quienes no me juzgan y dan seguimiento a mi historia. 
  • Más información: Instruirte en podcasts o videos sobre recuperación del trauma ayudarán a sanar.
  • Confío en la terapia: Buscar acompañamiento psicológico contribuirá a una recuperación con las herramientas necesarias.

El Blog de la Denuncia recomienda la terapia y asistencia junto al autocuido ya que “sostiene a la víctima en un momento confuso”; puesto que, quienes obtienen seguimiento oportuno tienen mayores posibilidades de salir fortalecidas de las experiencias y lograr integrar sus vivencias como alerta hacia otras.

“Romper el silencio es sanador (…) debemos recordarles a las mujeres, una y mil veces, que no están solas, que aquí estamos para apoyarles” finaliza Natalia, abonando e instando a la importancia de la denuncia bajo nuestros términos y tiempos. 

*Se cambió el nombre para proteger a la fuente. 

¡Históricas somos! Derechos queremos.

La movilidad de nicaragüenses en Costa Rica es histórica, y las mujeres nos enfrentamos a un sinfín de desafíos, obstáculos y violaciones a derechos humanos.