Mi Territoria Migrante

Desde que me llamarón,
mi cuerpo se puso helado,
mi respiración agitada,
mi pulso cambió,
ahora estaba rápido corriendo,
todo mi cuerpo decía
¡ALERTA!

 

Así me sentí el día que tuve que salir de mi país y me pregunté… ¿No es acaso este mi cuerpo un territorio que reacciona a todos los estímulos que le llegan a través de los sentidos?, ¿Acaso no se alimenta y da vida como la tierra misma?, mi cuerpo, mi territoria en movimiento, mi territorio migrante. El concepto cuerpo territorio nació desde los feminismos comunitarios, movimientos indígenas y afrodescendientes, sosteniendo que el cuerpo no solo es físico, sino que también es un espacio político, espiritual y cultural. Lorena Cabnal activista, feminista comunitaria y sanadora maya-xinka de Guatemala nos dice que los cuerpos feminizados son territorios en disputa, con una memoria ancestral, espacios que han sido víctima del extractivismo, el capitalismo, la colonización y el patriarcado.

La territoria que migra

Las mujeres migrantes y centroamericanas no somos una masa que se mueve de un lugar a otro sin sentir nada a como decía la famosa escritora neoyorquina Audre Lorde «Siento luego existo´´. Las secuelas físicas y mentales de la migración dejan marcas en nuestro ser, nuestro cuerpo territorio aún falto de soberanía gracias al capitalismo y los Estados cómplices. 

En Nicaragua la Dictadura ha atacado los cuerpos territorios de las mujeres persiguiendolas, violándolas, sacándolas de sus casas, de su país, de su familia, desterrando, despatriandolas, arrancandolas desde la raíz de sus espacios seguros. En especial a aquellas defensoras de la tierra, mujeres y personas indígenas que son asesinadas para despojarles de sus tierras y pasarlas a explotar a cómo explotan los cuerpos de las mujeres. 

El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, creado por Naciones Unidas, afirmó, en un informe presentado el 10 de septiembre del 2024, que ha documentado “67 incidentes de asaltos violentos contra pueblos indígenas, ocurridos entre abril de 2018 y marzo de 2024 en territorios miskitos y mayangnas”.

 

“Analizando los incidentes, el Grupo identificó un total de 161 víctimas (136 hombres y 25 mujeres, de ellas 19 menores de edad) de delitos como asesinatos, lesiones, violencias sexuales y secuestros”. 

Información de el medio Infobae.

 

La territoria que resiste.

Somos plantas que se han movido con sus raíces y con estas mismas pasamos a transformar el entorno en el que vamos a habitar incluyendo el propio. La resistencia de las mujeres y cuerpos disidentes que resisten a través de la comida, del arte, del autocuidado como proceso de sanación ante el duelo migratorio son un claro ejemplo que el territorio solo puede avanzar en comunidad. 

Mencionamos el dolor de la migración y su impacto en la salud mental, tras migrar muchas mujeres y cuerpos disidentes atraviesan depresión, ansiedad, trastorno post traumático y otras enfermedades. Sin embargo aún se siguen esperando por políticas de salud pública que prioricen la vida y el bienestar de la población migrante por ejemplo en Costa Rica donde hay una gran parte de mujeres y disidencias en condición de migrantes, sólo se puede acceder a la salud por medio de un seguro social el cual las mismas personas tienen que costear o conseguir a través de La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) a esto hay que sumarle la xenofobia y el desprecio con el que se trata a las personas nicaragüenses migrantes y pobres la mayoría del tiempo en este país. El cuerpo es un territorio político y a la hora de migrar no es la excepción es necesario que existan políticas que protejan a quienes migran y reconozcan el trabajo y el aporte social, económico y cultural que aportan en la sociedad a la cual migran.

Centroamérica territorio de lucha.

Según el Banco Mundial en el año 2020, de los 16,2 millones de migrantes de Centroamérica y México, el 48,7 % eran mujeres. Las mujeres centroamericanas y personas disidentes sexuales se exponen a diferentes tipos de violencias en el trayecto al país al cual se van a asentar. Además de mencionar que pueden se víctimas de trata, violación física y mental, las mujeres migrantes son sobre explotadas en lo que respecta a trabajos de cuidado en su mayoría mal pagado, explotado y sin seguro social. 

La experiencia migrante suele ser diferente para cada quíen ya que por ella pasan las condiciones de sexo, raza y clase. No es lo mismo migrar en el caso de ser una persona blanca con estudios universitarios a ser una mujer de una población índigena que no habla español, o ser una persona negra y homosexual. Todos estos componentes definen nuestros territorios todas estas características son sociales y son políticas por ello decimos que el cuerpo es el primer territorio en disputa. Y nuestro territorio y contexto con el que crecimos y con el que migramos tiene mucho que ver en cómo será nuestra experiencia migrante y no se puede hablar de derechos migrantes sin recalcar el derecho a la tierra y la defensa de esta como lucha importante de las mujeres y disidencias. 

feminismo-comunitario-mexico-oaxaca

¡Cuando nuestro cuerpo se mueve, se mueve con sus costumbres, ancestralidades, sabores y su cultura, no somos solo cuerpos de carne, somos territorias en movimiento!

 

Por: Peyote.

 

Referencias: Ilustración de la portada Enma Gásco.

https://ondalocalni.com/multimedia/136-acceso-salud-mujeres-nicaraguenses-costa-rica/

https://fundaciongrothendieck.org/cuerpo-territorio-la-mirada-de-lorena-cabnal-a-la-lucha-feminista-indigena/

https://www.infobae.com/america/america-latina/2025/03/09/como-el-regimen-de-daniel-ortega-oculta-y-encubre-la-masacre-de-las-comunidades-indigenas-en-nicaragua/

https://blogs.worldbank.org/es/latinamerica/mujeres-ninas-migrantes-buscan-futuro-mejor-centroamerica



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