El autocuido y su incidencia en las relaciones interpersonales.

Por Cervantina de la mancha

Gracias a Soledad Flores, estudiante de psicología  y a la entrevista que ha concedido a las Subversivas, estaremos hablando un poco sobre el autocuidado y sobre cómo este puede llegar a ser bidireccional en cuanto a las relaciones interpersonales que tejemos con las personas que nos rodean.

Para comprender el autocuidado como tal ¿Cuáles son las facetas que deberíamos considerar?

El autocuidado incluye no sólo la parte psicológica sino también la parte física. Muchas veces la parte física las personas la dejan de lado pensando que si no es una emergencia que te lleve al hospital no es necesario cuidarte. Por ejemplo un dolor de espalda que tenías hace tiempo pero que nunca te diste el chance de ir a revisarte, a hacerte una radiografía; como no te impide caminar, no te impide hacer tu vida diaria, entonces no vas, y parte de eso es el autocuidado, porque no sabes si ese problema te va generar problemas más graves.

Aparte también está el aspecto psicológico, que a veces mucha parte de la población minimiza pensando que esas son locuras de la gente, que no te sabes controlar o porque son momentos en los que te encontrás histérica. Se ha estereotipado la Salud Mental como algo que es para la gente que “está loca”, y realmente es un error, considero que todos los seres humanos al menos una vez en la vida deberíamos ir a terapia.

Cargamos con muchos problemas, muchos de la niñez, que generan muchos conflictos emocionales y que interfieren en tus relaciones interpersonales de amistades, de pareja, de familia; muchas veces eso no lo ves hasta que estás con ayuda. 

Muchas veces llegan a ser tan extremos que generan una ruptura en todos los ámbitos de tu vida.

Respecto de este punto ¿Cuáles son esos aspectos que descuidamos de nuestra salud mental y emocional, y que precisamente por descuidarlos perjudican nuestra salud y bienestar?

En el aspecto mental, por ejemplo, el simple hecho de no lograr una conexión con vos misma. El conocerte a vos misma es una forma de autocuidado, si me conozco lo suficiente, sé cuánto valor tengo, no voy a tener problemas de autoestima, y todo esto va concatenado con la percepción que tenés de vos misma y tu manera de relacionarte con los demás.

Por ejemplo una persona con baja o nula valoración de sí misma nunca se va a creer capaz de cosas en las que tal vez sí es capaz. De no ir a buscar un trabajo porque no se siente apta para nada, cuando a lo mejor sí lo es, y no sale adelante por el miedo, ese autoconcepto es algo que no se ve pero es importante que lo trabajen.

Otro punto importante es trabajar la asertividad porque te permite comunicar lo que sentís y lo que querés de manera equilibrada, sin ser demasiado agresiva ni demasiado pasiva, ya sea una queja, ya sea un sentimiento.

Porque si te comunicaste forma demasiado agresiva lo que vas a provocar es que te respondan de manera agresiva, y si te comunicas de manera muy pasiva puede suceder que no te hagas escuchar; por ejemplo, si te comunicás de forma pasiva con una persona que te violenta vas a seguir siendo violentada porque no vas a ser escuchada. 

Por otro lado, el pensamiento y el empoderamiento personal para mí son dos cosas muy importantes en el auto cuido. La manera en que modulamos nuestros pensamientos nos puede llevar a la catástrofe o al éxito de nuestra salud mental, nuestros pensamientos son poderosos, el actuar del pensamiento es: pienso- creo- actúo. Si mi pensamiento es negativo voy a creer que es negativo y entonces voy a actuar de manera negativa; si mis pensamientos son positivos me voy a creer lo positivo que pienso y voy a actuar en función de ese pensamiento positivo.

Para finalizar me gustaría saber ¿qué mensaje le da a esas mujeres que al cuidar de sí mismas llegan a sentir culpa?

Ponerse en primer plano es vital para preservar el bienestar individual y como reacción en cadena en colectivo. Un primer paso sería informarse, aprender a reconocer qué cosas merecen sentir culpa y cuáles no. Todas tenemos derechos, incluso el derecho de no hacer nada, de pensar en sí mismas, el derecho a quererse.

Fotografía de la portada por Lucila Campbell.

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