¿Cómo adaptamos e incorporamos el arte en tiempos de aislamiento? Karen Guido, una masayense de 21 años, es una bailarina profesional de danza moderna; quien estudia para convertirse en maestra de yoga y nos comparte mecanismos para adaptarse en este contexto.
La danza es una expresión corporal que se ha adaptado debido a la pandemia “un mecanismo que se inspira de salir y observar para materializarlo; sin embargo, el Covid-19 ha limitado que explore fuera de mi casa para transformar las imágenes y ahora debo hacer más uso de mis planos virtuales”, comenta Guido.
Guido manifiesta que el contexto actual ante la crisis sanitaria del Covid-19 ha obstaculizado su rutina en el medio artístico, puesto que, “para poder sobrevivir debemos dar clases y entrenar en varios lugares” y la transición de salir todos los días a estar en casa se complica.
Los elementos más recurrentes que esta bailarina reconoce durante la cuarentena son:
- Modificar el bloqueo creativo: Centrar tus pensamientos en las acciones cotidianas o anhelos externos -sin necesidad de salir- para inspirar tus rutinas.
- Retrospección de tu talento: Permitirte interiorizar sobre los conocimientos adquiridos y el potencial que se generará aún en aislamiento social.
- Adaptabilidad de tiempo: Programar tus ensayos a conveniencia para dejar espacio a tu gestión emocional.
- Herramientas digitales: Investigar sobre las capacidades de distintas plataformas y redes con el objetivo de integrarlas a tu ejercicio y rutina.
Guido describe su experiencia artística en estos tiempos como “un cambio de chip” al modificar, alternar y transmutar todo lo aprendido; por ello, brinda los siguientes consejos para otras mujeres bailarinas que no desisten de su aprendizaje:
- Mapeo de opciones: Es óptimo buscar cuentas o perfiles de las ramas artísticas de tu preferencia que se ajusten a tus necesidades.
- Reconstruir las dinámicas: Karen daba clases de danza en tres estudios antes del Covid-19, ahora, se ha dedicado a usar formatos de videollamadas para enriquecer a sus alumnas y alumnos.
- Tutoriales y más tutoriales: Reconstruir coreografías es una buena manera de aprovechar el tiempo y explorar tus capacidades.
- Grabar para mejorar: El uso de tu celular puede ser viable para guardar tus rutinas y verlas en otros momentos oportunos con el propósito de mejorar.
La determinación para seguir creciendo no limita a Karen en sus rutinas artísticas, por ello, menciona que es necesario buscar alternativas – viables económicamente – para aplicar conocimientos desde el uso de las tecnologías; “por ejemplo, esta certificación de yoga que estoy realizando empezó como un pasatiempo para sobrellevar el Covid y ahora es una meta planteada en mi vida”.
Administrar las redes sociales para continuar bailando fue la ventaja de Karen Guido al sacar provecho del cambio ante el contexto de la crisis sanitaria; “cuando me di cuenta que profesoras y profesores de danza de otros países están dando clases en línea de forma gratuita y realizando “en vivos” en Instagram no dudé en unirme a esos espacios digitales ya que son oportunidades que no tendría en otras realidades y contribuyen a mi formación”, expone.
Es por ello que aporta los siguientes tips a mujeres que tienen interés de usar los días de “cuarentena” para alguna actividad recreativa y disciplina artística:
- Experimentar de una vez: “Todo comienzo da miedo, pero si no nos aventamos no sabremos de lo que somos capaces”; buscá un género que te atraiga y uníte a la danza.
- Divertirte y relajate: “La danza puede ser un distractor muy beneficioso para mejorar nuestros estados de ánimo”; calendarizá tiempos concretos para realizarla y disfrutá de la experiencia.
- Intentar e intentar: No tengás temor a cometer “errores” o a no mantener el ritmo al principio, ¡estar en tu casa te ayudará a analizarte con detenimiento y mejorar!
- Descubrí más: Sumergite en las redes sociales para conocer opciones que favorezcan los conocimientos que querés adquirir en las ramas artísticas de tu interés.
“El Covid sí me está encerrando, pero me está abriendo a otras oportunidades” manifiesta Karen Guido; “es duro acostumbrarte a estar en cuatro paredes y verte con tus compañeras de danza a través de una pantalla, pero también aprendés de los retos y de tu propia individualidad”.